Santiago Gamboa
Hoy parece increíble, pero no hace mucho la mujer era un ciudadano de segunda sin derecho al voto, sin igualdad laboral ni por supuesto salarial, que no podía ocupar cargos públicos, sin igualdad ante la justicia y, sobre todo, sin derecho a decidir su propio destino. Es bueno recordar estas cosas y ver que, de cualquier modo, en una sociedad como la nuestra, no todas las mujeres han accedido a estos derechos. El machismo es una tradición muy arraigada, y no sólo en sectores con poca educación. Basta oír hablar. Insultos como “¡Sea varón!” o conceptos como “hombría” significando nobleza o valor, son evidencias de algo que está inmerso en la psique, en el discurso cotidiano de muchos. Y qué decir del folclor.
Es lamentable echar un vistazo a las canciones populares que, en festivales, ferias y fiestas, la gente corea con ojos quebrados, sintiendo la “colombianidad” revolverse en sus venas. La verdad es que las letras dan vergüenza ajena. Muchas celebran la maravilla de ser colombiano (o cartagenero, o paisa, o caleño, o vallenato) y, entre los atributos de esa suprema gracia, junto a los paisajes y la comida, está “la belleza de nuestras mujeres”, como si ellas no fueran también ciudadanas sino una cualidad o un adorno del país. Como las orquídeas. La misma sensación de ridículo me invade al escuchar la letra de nuestro himno, cuando dice “Comprende las palabras / del que murió en la cruz”, como si todos los colombianos fuéramos católicos y no hubiera judíos, musulmanes, animistas o agnósticos.
Viví el feminismo a mediados de los ochenta, en Madrid, cuando estudiaba filología en la Universidad Complutense. Mi novia, una española muy de izquierda, me impidió acompañarla a una manifestación por los derechos de las mujeres, diciendo: “¡Pero tío, dejadnos hacer algo solas!”. Me alcé de hombros y no fui, a pesar de que ya tenía lista la pancarta. Lo curioso es que una semana después ella sí vino a la manifestación a favor de los inmigrantes. Se lo mencioné: “Pero tú no eres inmigrante, ¿no?”, a lo cual ella contestó, “joder, ¡es que no te enteras de nada!”, y la verdad es que lo pasé muy bien con ella, porque lo mejor y más noble de las luchas por los derechos sociales es apoyar no sólo las que nos conciernen sino todas, incluso aquellas que nos desagradan. Estar dispuesto, por ejemplo, a manifestar a favor de los derechos democráticos de la ultra derecha (tal vez así dejaría de ser conspirativa).
En cuanto a las mujeres en la vida pública —notable, por cierto, la gestión de Viviane Morales en la Fiscalía—, hay progresos, pero no sobra recordar la frase de Edith Cresson, primera mujer nombrada primer ministro de Francia (1991), quien dijo: “Habrá igualdad con los hombres cuando se nombre en un cargo importante del Estado a una incompetente”.
Un buen modo de celebrar el 8 de marzo puede ser leyendo a Karen Blixen, una escritora que debió ponerse un nombre de hombre (Isak Dinesen) para ser publicada. Les recomiendo, además de su excelente Memorias de África, sus cartas. En ellas está la más bella definición de nostalgia que he leído: “Cada día de mi vida, donde quiera que me encuentre, me preguntaré si está lloviendo en Ngong”.Catalina Ruiz-Navarro
No sé quién se inventó que a todas las mujeres les gustan las rosas, como si fuéramos una categoría homogénea, como las vacas, a las que les gusta el pasto. Esto es lo que más me irrita del Día de la Mujer. En el Día de la Mujer las empresas reparten flores, la Alcaldía hace concierto gratis de vallenato romántico con Adriana Lucía y las emisoras hablan de “la belleza de la mujer colombiana”.
No es que el Día de la Mujer esté mal per se, de hecho, me parece que su celebración, como se concibió originalmente, es muy válida. El Día de la Mujer nació a finales del siglo XIX, durante la Revolución Industrial, y se empezó a celebrar en el siglo XX como una conmemoración de una jornada de lucha específica para la mujer y sus derechos. El Día, en principio celebra el trabajo de esas mujeres que lucharon porque hoy podamos votar, tener cuentas bancarias, planificar, usar pantalones, trabajar y hasta escribir en este periódico, luchas que se dieron a pulso y por las que toda colombiana debe estar agradecida. El Día de la Mujer es conmemorativo de la fuerza de las mujeres, eso es hermoso, valiente, y sin embargo la celebración de las instituciones y algunos ciudadanos de a pie suele ser blandenguería.
Yo me he encontrado los 8 de marzo recibiendo comentarios como “gracias por ser mujer”, cosa que nadie tiene que agradecerme, y con alusiones al amor, a la dulzura, a las madres, al “ni con el pétalo de una rosa” cuando yo quiero que me hablen de Cleopatra, de Isabel I, Susan B. Anthony (una de las pioneras en la lucha de los derechos de la mujer), Louisa May Alcott (la autora de Mujercitas, que también fue una aguerrida sufragista), Orlan (la performista que se hace cirugías en el cuerpo), o para no ir más lejos de María Cano: primera mujer líder política en Colombia que entre otras cosas dirigió la lucha por los derechos civiles fundamentales de la población y por los derechos de los trabajadores asalariados, encabezó la convocatoria y agitación de las huelgas obreras, colaboró en la difusión de las ideas socialistas y participó en forma decisiva en la fundación del Partido Socialista Revolucionario.
La manera en que celebramos el Día de la Mujer hace énfasis en la dicotomía entre hombres y mujeres: las mujeres son musas, no autores, son suaves, no fuertes, son delicadas y no resistentes, son emocionales y no racionales, una dicotomía que es una trampa y sólo existe en imaginarios pasados de moda. Los autores, los fuertes, los resistentes, los racionales, los valientes, son hombres y mujeres y esto es lo que trataban de demostrar las mujeres y los hombres que han luchado por los derechos del sexo femenino.
El Día de la Mujer se desvía, se olvida de lo que realmente debe celebrar y da pie para que uno escuche barbaridades como “ellas también son capaces” y para reforzar las caricaturas de género que tanto daño le hacen a todos. Si vamos a celebrarlo, creo que es importante hacer un esfuerzo para que quede claro qué es lo que recordamos el 8 de marzo; de otra manera se lo tomará la banalización comercial, olvidaremos su propósito, y terminaremos celebrando a las mujeres “por haber nacido”.
Elespectador.com| Elespectador.c
Hoy parece increíble, pero no hace mucho la mujer era un ciudadano de segunda sin derecho al voto, sin igualdad laboral ni por supuesto salarial, que no podía ocupar cargos públicos, sin igualdad ante la justicia y, sobre todo, sin derecho a decidir su propio destino. Es bueno recordar estas cosas y ver que, de cualquier modo, en una sociedad como la nuestra, no todas las mujeres han accedido a estos derechos. El machismo es una tradición muy arraigada, y no sólo en sectores con poca educación. Basta oír hablar. Insultos como “¡Sea varón!” o conceptos como “hombría” significando nobleza o valor, son evidencias de algo que está inmerso en la psique, en el discurso cotidiano de muchos. Y qué decir del folclor.
Es lamentable echar un vistazo a las canciones populares que, en festivales, ferias y fiestas, la gente corea con ojos quebrados, sintiendo la “colombianidad” revolverse en sus venas. La verdad es que las letras dan vergüenza ajena. Muchas celebran la maravilla de ser colombiano (o cartagenero, o paisa, o caleño, o vallenato) y, entre los atributos de esa suprema gracia, junto a los paisajes y la comida, está “la belleza de nuestras mujeres”, como si ellas no fueran también ciudadanas sino una cualidad o un adorno del país. Como las orquídeas. La misma sensación de ridículo me invade al escuchar la letra de nuestro himno, cuando dice “Comprende las palabras / del que murió en la cruz”, como si todos los colombianos fuéramos católicos y no hubiera judíos, musulmanes, animistas o agnósticos.
Viví el feminismo a mediados de los ochenta, en Madrid, cuando estudiaba filología en la Universidad Complutense. Mi novia, una española muy de izquierda, me impidió acompañarla a una manifestación por los derechos de las mujeres, diciendo: “¡Pero tío, dejadnos hacer algo solas!”. Me alcé de hombros y no fui, a pesar de que ya tenía lista la pancarta. Lo curioso es que una semana después ella sí vino a la manifestación a favor de los inmigrantes. Se lo mencioné: “Pero tú no eres inmigrante, ¿no?”, a lo cual ella contestó, “joder, ¡es que no te enteras de nada!”, y la verdad es que lo pasé muy bien con ella, porque lo mejor y más noble de las luchas por los derechos sociales es apoyar no sólo las que nos conciernen sino todas, incluso aquellas que nos desagradan. Estar dispuesto, por ejemplo, a manifestar a favor de los derechos democráticos de la ultra derecha (tal vez así dejaría de ser conspirativa).
En cuanto a las mujeres en la vida pública —notable, por cierto, la gestión de Viviane Morales en la Fiscalía—, hay progresos, pero no sobra recordar la frase de Edith Cresson, primera mujer nombrada primer ministro de Francia (1991), quien dijo: “Habrá igualdad con los hombres cuando se nombre en un cargo importante del Estado a una incompetente”.
Un buen modo de celebrar el 8 de marzo puede ser leyendo a Karen Blixen, una escritora que debió ponerse un nombre de hombre (Isak Dinesen) para ser publicada. Les recomiendo, además de su excelente Memorias de África, sus cartas. En ellas está la más bella definición de nostalgia que he leído: “Cada día de mi vida, donde quiera que me encuentre, me preguntaré si está lloviendo en Ngong”.Catalina Ruiz-Navarro
No sé quién se inventó que a todas las mujeres les gustan las rosas, como si fuéramos una categoría homogénea, como las vacas, a las que les gusta el pasto. Esto es lo que más me irrita del Día de la Mujer. En el Día de la Mujer las empresas reparten flores, la Alcaldía hace concierto gratis de vallenato romántico con Adriana Lucía y las emisoras hablan de “la belleza de la mujer colombiana”.
No es que el Día de la Mujer esté mal per se, de hecho, me parece que su celebración, como se concibió originalmente, es muy válida. El Día de la Mujer nació a finales del siglo XIX, durante la Revolución Industrial, y se empezó a celebrar en el siglo XX como una conmemoración de una jornada de lucha específica para la mujer y sus derechos. El Día, en principio celebra el trabajo de esas mujeres que lucharon porque hoy podamos votar, tener cuentas bancarias, planificar, usar pantalones, trabajar y hasta escribir en este periódico, luchas que se dieron a pulso y por las que toda colombiana debe estar agradecida. El Día de la Mujer es conmemorativo de la fuerza de las mujeres, eso es hermoso, valiente, y sin embargo la celebración de las instituciones y algunos ciudadanos de a pie suele ser blandenguería.
Yo me he encontrado los 8 de marzo recibiendo comentarios como “gracias por ser mujer”, cosa que nadie tiene que agradecerme, y con alusiones al amor, a la dulzura, a las madres, al “ni con el pétalo de una rosa” cuando yo quiero que me hablen de Cleopatra, de Isabel I, Susan B. Anthony (una de las pioneras en la lucha de los derechos de la mujer), Louisa May Alcott (la autora de Mujercitas, que también fue una aguerrida sufragista), Orlan (la performista que se hace cirugías en el cuerpo), o para no ir más lejos de María Cano: primera mujer líder política en Colombia que entre otras cosas dirigió la lucha por los derechos civiles fundamentales de la población y por los derechos de los trabajadores asalariados, encabezó la convocatoria y agitación de las huelgas obreras, colaboró en la difusión de las ideas socialistas y participó en forma decisiva en la fundación del Partido Socialista Revolucionario.
La manera en que celebramos el Día de la Mujer hace énfasis en la dicotomía entre hombres y mujeres: las mujeres son musas, no autores, son suaves, no fuertes, son delicadas y no resistentes, son emocionales y no racionales, una dicotomía que es una trampa y sólo existe en imaginarios pasados de moda. Los autores, los fuertes, los resistentes, los racionales, los valientes, son hombres y mujeres y esto es lo que trataban de demostrar las mujeres y los hombres que han luchado por los derechos del sexo femenino.
El Día de la Mujer se desvía, se olvida de lo que realmente debe celebrar y da pie para que uno escuche barbaridades como “ellas también son capaces” y para reforzar las caricaturas de género que tanto daño le hacen a todos. Si vamos a celebrarlo, creo que es importante hacer un esfuerzo para que quede claro qué es lo que recordamos el 8 de marzo; de otra manera se lo tomará la banalización comercial, olvidaremos su propósito, y terminaremos celebrando a las mujeres “por haber nacido”.
240085 no hay dia de la mujer si como sociedad seguimos indiferentes frente a violencia que cada dia la sociedad machista colombiana sigue excluyendo a la mujer de todos los organismos importantes del estado.Por eso es necesario que cambiemos de mentalidad.
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ResponderEliminarEl dia de la mujer no se deberia celebrarlo porque somos mujeres si no porque somos luchadoras , arriesgadas, personas con la capacidad de defender l que nos pertenece...La mujer es un ser creado para la lucha de lo que es, de lo importante, no solo somos el complemento de otra persona para sastifacerla si no el complemento para hacer que la vida sea mas util para nosotras y los demas.
ResponderEliminarcod: 221187
el dia de la mujer son todos los dia porque ellas son lo mas bello que hay en el planeta,por eso no me explico porque hay tantos hombres que las maltratan y las discriminan deberia ser todo lo contrario.lo que ellas hacen es de admirar por que son personas que no se dan por vencidas.
ResponderEliminarcod:160489
solo pienso que en mi vida no voy a atener el tiempo suficiente para agradecer por todo por amarnos cuidarnos y entendernos en los momentos mas dificiles.... mujer te amo te quiero sin ti no viviria
ResponderEliminarcod 240061
ResponderEliminarQuizás el día de la mujer es un reproche, “un recordatorio” en la sociedad, de la importancia de lo que somos y lo que podemos lograr ser, de pronto para atribuir y resaltar nuestro género es necesario celebrarlo un día en específico, para destacarnos frente a los demás seres humanos. Creo que algunos hombres, tienen un complejo de superioridad por no admitir los derechos, prioridades, y capacidades que nos comprenden, es inaceptable el maltrato por parte de estos hacia mujeres indefensas… muchas cualidades que desequilibran a una mujer, la celebración del 8 de marzo no garantiza que la mujer tenga un perfecto mundo (su seguridad, su desarrollo profesional en fin), por el contrario solo sirve para estimular el valor que se representa en la tierra, solo eso….
ResponderEliminarCod 160431
El dia de la mujer ha sido muy representativo a nivel mundial y recordado por aquella epoca cuando las mujeres en estados unidos y otros paises donde han sido muy discriminadas,principalmente en la parte de las fabricas y que protestaron y a causa de esta fueron asesinadas por defender sus derechos.
ResponderEliminarpor esta razon se recuerda el dia de la mujer, aunque hoy en dia esta ocurriendo lo mismo donde la mujer es victima de muchos abusos y maltratos psicologicos y fisicos tanto en el hogar como en el trabajo...ç
cod:160441
El dia de la mujer es muy representativo y recordado por el mundo ya que se le hace una conmemoración en aquella epoca donde la mujer fue maltratada y discriminada. Ya que en EEUU un grupo de mujeres por defender sus derechos fueron vil mente asesinadas por esta razon se festeja el dia de la mujer. Pero actualmente se ve que la mujer esta siendo victima de multiples abusos sexuales y maltratos fisicos y morales por esta razon debemos respetar las mujeres de corazon…..
ResponderEliminarCod:160441
Aunque está claramente demostrado que la mujer ha alcanzado una posición arraigada en el mundo, gracias a su desempeño, todavía existen quienes la consideran un ser inferior y su machismo no les permite reconocer la importancia de su papel y que son ellas el pilar de cualquier sociedad porque sobre sus hombros está la responsabilidad de formar a los ciudadanos que la conforman.
ResponderEliminarA pesar de que la celebración del día de la mujer se dio a raíz de la jornada de lucha por sus derechos, lo hemos convertido en una celebración comercial en la que se repiten frases de cajón por salir del paso, sin embargo hemos olvidado que nuestras madres, hermanas, esposas, amigas y compañeras, se sentirían más halagadas si fuéramos capaces de reconocer que gracias a ellas somos quienes somos y darles el espacio que de verdad merecen.
250003
Con respeto a la celebración del día internacional de la mujer, puedo argumentar que mas que la celebración por la existencia del ser mas especial, es un día comercial como el día de la madre, del padre, de la secretaría y demás que se han inventado para aumentar el comercio en ciertas épocas del año. Igual, es un día en el que recibidos todos los halagos y detalles de quienes menos esperamos, tratando de reconocer nuestra posición en la sociedad, que de una u otra manera ha servido para que las personas machistas y discriminadores de género, entiendan de una vez por todas que tenemos las mismas capacidades de cualquier hombre para ejercer cargos y realizar trabajos que casi siempre han sido encomendados a ellos. Para culminar lo que quiero resaltar es que somos mujeres capaces de dar la vida por la familia, el trabajo, los amigos , que nos entregamos de lleno a las cosas que hacemos y que sentimos y que cada día que pasa nos sentimos orgullosas de ser MUJERES.
ResponderEliminarlos documentos expuestos nos muestran el cambio de hace algunos años hasta hoy de el dia de la mujer ha desmejorado notoriamente y no se hace nada por mejorarlo y crear programas que celebren a la mujer como se lo merece con todo los decoros exitentes es vital representar a las mujeres ya que de ellas fuimos formados y son un ser humano indispensable para vivir por su lucha esfuerzo y trabajo...
ResponderEliminarCOD. 160550
en el texto expuesto vemos como las mujeres no valian nada y aun seguimos dejando qe esto suceda porq no le damos el valor q ellas se merecen.ya q ellas son capaces de darlo todo por el bienestar de su familia. Las mujeres somos Indispensables.
ResponderEliminarcod:160520
es sin ninguna un problema q como sociedad no hemos podido superar apesar de estar en siglo 20 hoy vemos q nuestro pais ocupa una de las cifras mas mas grandes de violencia encontra de las mujeres,hoy vemos como la sociedad y machismo a hecho q se excluya muchas veces a las mujeres de altas esferas del gobierno,y los q es peor aveces hacemos con nuestras aptitudes diariamente propulsamos esta se necesita de un cambio social y etico para parar esto
ResponderEliminares sin ninguna un problema q como sociedad no hemos podido superar apesar de estar en siglo 20 hoy vemos q nuestro pais ocupa una de las cifras mas mas grandes de violencia encontra de las mujeres,hoy vemos como la sociedad y machismo a hecho q se excluya muchas veces a las mujeres de altas esferas del gobierno,y los q es peor aveces hacemos con nuestras aptitudes diariamente propulsamos esta se necesita de un cambio social y etico para parar esto
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Eliminareste es sin duda alguna uno de los grandes problemas que a pesar de los tiempos no tiene fin.el maltrato y el rechazo en contra de las mujeres por una sociedad que solo vive de apariencias por que nadie ve el sufrimiento de cada una de esas victimas y mucho menos velan por sus derechos pero irónicamente nos celebran "el día de la mujer" y esto solo lo hacen por conmemorar los derechos de las mujeres olvidando que nosotras somos también merecedores de grandes puestos políticos empresariales y que también somos seres humanos con igualdad de derechos y con las mismas capacidades que cualquier hombre
Eliminarcodigo: 240026
DERECHO DIURNO
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ResponderEliminarEste suele ser un problema de gran trascendencia durante toda la historia, la desigualdad de genero en cuanto a la mujer a comparación del hombre ha sido de constante desigualdad incluso se ve reflejado desde cuando no teníamos derecho al voto, ni ocupar cargos públicos, incluso en la actualidad algunas mujeres con el mismo nivel educativo de los hombres obtienen sueldos menores solo por el hecho de ser mujeres, las empresas prefieren contratar hombres para evitarse las licencias de embarazo. La constitución nos protege exclusivamente como mujeres sin embargo algunas mujeres no hacen valer sus derechos. Con respecto al 8 de marzo celebración del día de la mujer lo opino que es una estrategia de comercio, incluso el día de la mujer debería ser todos los días, simplemente por el hecho que igual que los hombres también somos fuertes, trabajadoras e inteligentes. Derecho Diurno cod: 240002
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ResponderEliminarEl día de la mujer es todos los días de su existencia, si bien es cierto que el día de la mujer nació a finales del siglo XIX, no podemos desconocer su protagonismo. Desde la existencia misma de la humanidad, aunque se le han desconocido legalmente sus derechos, no se les puede desconocer que han tenido mucha incidencia en las mayorías de las decisiones que se han tomado a lo largo de nuestra existencia, porque debemos reconocer que detrás de cada hombre existe una mujer, ellas si bien no figuran abiertamente o no se les ha reconocido esa importancia, tenemos que decir, que han incidido a lo largo de la historia, si bien los derechos se consiguen luchando, ellas han conseguido más que nosotros los hombres, así no se lo reconozcamos. La única lucha que debe afrontar la mujer hoy en día es porque desaparezca la frase de sexo débil, que de débil no tienen nada. Hoy en día ocupan muchos cargos de mucha importancia como por ejemplo La Presidenta del Fondo Monetario Internacional que es el cargo de mayor importancia y con poder en el mundo. Derecho Nocturno COD: 250026
ResponderEliminares el dia celebrado por los logros alcanzados que durante las epocas que ha trascendido la mujer an sido de grandes logros y cargos importantes en la vida actual.
ResponderEliminarDesde pequeña tengo entendido que el dia de la mujer es una fecha donde se reconocen los logros de la igualdad de genero;conmemoran la imagen de una mujer trabajadora y luchadora sobre el derecho de la igualdad.Pero lastimosamente el verdadero sentido del DIA DE LA MUJER acorde a esta realidad ha perdido su importancia porque todavia existe una cultura machista y hay violencia hacia ellas ,tambien existen brechas laborales y salariales como por ejemplo(fuerza del hombre,evitar pagar licencia de maternidad).El dia de la mujer es un acto de celebraciòn como si fuera un cumpleaños mas;cuando lo que se deberia hacer es promulgar una cultura de respeto hacia la mujer invirtiendo en salud y educaciòn.(Decisiòn inteligente).FELIZ DIA A LAS MUJERES QUE LUCHAMOS O NO POR SUS DERECHOS,FORTALEZA,VALENTIA Y CREATIVIDAD" cÒD:250113
ResponderEliminarser mujer no es simplemente sinónimo de belleza y de dulzura, también es de valentía de resistencia y de poder cambiar a una sociedad, hoy la mujer no es solamente la ama de casa, hoy es luchadora, antes de ser mujer hay q ser una dama...160504
ResponderEliminarEsta carta la leí en Vladdomanía.com.Dado que estoy convencido de que la mujer sostiene la mitad del cielo y que sin ella será imposible conquistar un país, qué digo, un mundo de igualdad, progreso, respeto,derechos humanos, solidaridad y de bienestar para todos, la transcribo como homenaje a la mujer que lucha no por ella, ni para ella (feminismo) sino para todos, y por todos y con todos.
ResponderEliminarLa mujer es la más perdedora en un mundo neoliberal en lo económico,egoista en lo social y humillado en lo político.Día de la mujer, regalos para satisfacerla,rosas en su honomástico, aniversarios.., caricias intencionadas ..no son más que rastros sutiles de la explotación a la que la sometió el capitalismo cuando la destronó de verdad para garantizar la perpetuación de la propiedad privada.
El día de la mujer no puede dejarse coptar por el comercio para comerciar con la mujer.
Esta es la columna de Vladdomanía.com:
"Mi nombre podría ser Liliana, María o Carolina. Y podría ser la mujer del Bolillo o del Mono, la novia de Mateo o de Lucho, o simplemente la amante del doctor García. Podría vivir en un barrio popular de cualquier ciudad colombiana o en uno de los sectores más exclusivos de alguna capital. Podría ser una mujer muy humilde sin formación alguna, o la egresada de una facultad de economía, diseño o psicología de alguna prestigiosa universidad.
Sin embargo, estadísticamente, sólo soy una de las más de 50 mil mujeres que cada año son maltratadas en este país, la mayoría de las veces por sus novios, amantes, maridos, o por algún ex. Pero soy afortunada porque pude haber sido una de las 1,500 que fueron asesinadas porque sí; o una de las 167 que perdieron la vida en casos de violencia intrafamiliar; o una de las 125 eliminadas por su pareja.
La verdad es que me da mucha vergüenza hablar en público de este tema y si me atrevo a hacerlo ahora es por la cantidad de cosas publicadas esta semana sobre el caso de Hernán Darío Gómez, el entrenador de la Selección Colombia, que cogió a golpes a una amiga suya. Yo no quiero ni saber qué le habría pasado si esa señora hubiera sido una desconocida.
Golpear a otra persona es algo que
va más allá de la esfera privada.
Algunas personas que defienden a Gómez dicen que ese escándalo no debería afectar su trabajo como director técnico de la Selección, porque se trata de un asunto personal. Sin embargo, yo no estoy muy de acuerdo. A mí me parece que la elección de un color para vestirse, el gusto por un postre o la escogencia de la religión sí son cosas privadas. En cambio, golpear a otra persona me da la impresión de que es algo que va mucho más allá de la esfera particular y altera directamente una de las reglas mínimas de la sociedad, que es la convivencia pacífica, aparte de que viola la integridad personal del individuo.
Creo que, así yo fuera la peor de las prostitutas o la más pobre o ignorante de las colombianas, ningún tipo tiene por qué agredirme, pero al escuchar a ciertas mujeres, como la senadora Liliana Rendón, me confundo y pienso que se justifica que mi compañero de vez en cuando me dé un paliza; pues al fin y al cabo me la merezco, porque algún motivo le habré dado.
Y siguiendo la lógica de la congresista, aunque corra el riesgo de que la situación se repita, tampoco debo denunciar al abusador, porque es algo que debo resolver con él, analizando las causas por las cuales hice que él me pegara, pese a lo mucho que me quiere. Total, si el diálogo no surte efecto, lo peor que puede pasar es que me mate."
¿La senadora Liliana Rendón no es un ripio de la sociedad que imperó en la etapa de la barbarie y que sobrevive como ciertos resagos evolucionistas que por más que la evolución social avance saben ponerse en orillas que impiden que las arrase?